Receta: Gazpacho blanco
Actualizado: 2 may 2020

El gazpacho blanco, también conocido como ajoblanco, es una sopa fría, ideal para refrescarte en los días más calurosos del año. Si no te convence el gazpacho tradicional, esta variedad típica de Andalucía y Extremadura es una excelente opción con la que sorprender a los tuyos este verano.
En esta ocasión os traemos una receta milenaria. Se cree que se remonta a la época del Imperio Romano, pero no hay duda de que sus orígenes son humildes siendo, a día de hoy, parte de la rica y extensa cultura gastronómica española: el ajoblanco.
Como sucede con muchas recetas antiguas, dependiendo de la zona donde nos encontremos, la elaboración del ajoblanco tiene distintas formas de elaboración.
Si nos trasladamos a tierras almerienses, el gazpacho blanco deja de ser una sopa fría para convertirse en una pasta, ideal para untar en pan tostado o para acompañar pescado frito; en Extremadura, en cambio, sí es una sopa fría, pero incorpora la cebolla entre sus ingredientes; en cuanto al ajoblanco malagueño, se suele añadir leche de almendras.
¡Eso sí! Todas las variedades incluyen ajo, almendras, miga de pan y aceite de oliva virgen extra como base. ¿Quieres aprender a cocinar un buen gazpacho blanco?
Cómo elaborar un gazpacho blanco tradicional
Te contamos, paso a paso, cómo preparar esta deliciosa receta 100 % mediterránea con la que sorprenderás a los tuyos.
Ingredientes para 4 personas:
200 g de almendras crudas peladas
100 g de miga de pan
2 dientes de ajo
800 ml de agua fría
200 ml de aceite de oliva virgen extra Familia Santías
1 cucharada de vinagre de Jerez
1 huevo cocido
Sal
Preparación, paso a paso:
Maja con un mortero los dientes de ajo y las almendras.
A continuación, vierte tres cucharadas de AOVE sobre el majado. Puedes añadir un poquito de sal en piedra para que te resulte más fácil machacar bien los ingredientes.
Pon la miga de pan en remojo con agua y añádela a un vaso donde posteriormente mezclaremos y batiremos todos los ingredientes.
Incorpora el majado de ajo, almendras y el aceite al vaso con la miga de pan en remojo.
Introduce la yema de huevo en el vaso con todos los ingredientes listos para triturar y… ¡a batir!
Añade agua y vinagre al gusto, hasta conseguir la textura y el sabor deseados.
El toque maestro…
Adorna tu plato de ajoblanco con uvas frescas o daditos de melón: potenciarás el sabor de los ingredientes.
Ya conoces otra receta sana, refrescante y 100 % mediterránea para disfrutar de un verano lleno de sabor.